COMPARTIR

compartir hace referencia al disfrute en común de un recurso o un espacio. En sentido estricto, hace referencia al disfrute simultáneo o uso alternativo de un bien finito. En un sentido más amplio, compartir hace referencia a la concesión gratuita de un uso que es susceptible de ser tratado como un bien sin rival

viernes, 22 de julio de 2011

CHISTES...La serpentina

-Era el salón de pepito, no pues la maestra se sale del salón y de rato todos jugando unos arrastrando las bancas otro mojando a los demás, y después de un rato la maestra entra al salón y les dice " que bonitos " y le pregunta a juanito ¿tu que estabas haciendo? le dice: no pues yo arrastre las bancas. ¿Y tu Javier? no pues yo moje a las morrillas, y de rato ¿y tu pepito que hiciste? pepito le dice: no pues yo avente serpentina por la ventana, y la maestra les dice: ya ven alumnos aprendan de pepito, y de repente tocan la puerta del salo, y la maestra abre y era una niña toda golpeada y la maestra le dice: y tu quien eres y la niña le dice: yo soy serpentina maestra.

miércoles, 20 de julio de 2011

Te regalo mis ojos

Orkeston Loko... Homenaje A Tropicalisimo Apache



01 La Hierba Se Movia
02 Te Recordare
03 Sueños
04 En La Laguna
05 Regreso La Medallita
06 Ojos
07 Cumbia Para Todos
08 Extrañandote
09 Mosaico Extranjera
10 Jose Y Manuel
11 Dorotea La Fea
12 Ella Es La Chica

Creditos al Charly

sábado, 9 de julio de 2011

FRANCISCO SARABIA TINOCO


FRANCISCO SARABIA Y EL CONQUISTADOR DEL CIELO
Francisco Sarabia, oriundo de Ciudad Lerdo Durango, fundador de la empresa Transportes Aéroeos de Chiapas, abrió los caminos del aire en los Estados de Tabasco, Chiapas, Yucatán y en Quintana Roo. Un genuino pionero de la aviación comercial mexicana.
El mundo se conmocionó con la tragedia de los pilotos militares españoles Mariano Barberán y Joaquín Collar, quienes desde Sevilla, el 10 de junio de 1933 intentaron llegar a la ciudad de México. Con su sesquiplano Breguet Grand Raid, tras recorrer 7,320 kílometros sobre el Atlántico, llegaron a la ciudad de Camagüey, Cuba, donde aterrizaron el 11 de junio. De ahí, el 21 de junio, volaron a la ciudad de México, pero su avión, el Cuatros Vientos se perdió en la sierra oaxaqueña.
Entre los pilotos mexicanos surgió entonces la idea de realizar --en correspondencia al valor y al sacrificio de los pilotos españoles-- el viaje a la inversa: México-La Habana-Sevilla, pero con un aparato construído en Mèxico. Este avión (MTW-1) fue bautizado con el nombre de los desaparecidos Barberán y Collar. El piloto escogido para manejarlo en el gran vuelo fue Francisco Sarabia.
Así surgió en la historia de la aeronáutica mexicana este aviador originario de Ciudad Lerdo, Dgo., quien era fundador y administrador de la Compañía Aeronáutica del Sur, especializada en el transporte de carga a las zonas chicleras de Tabasco, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
Sarabia debió efectuar el vuelo a Sevilla hacia fines de 1934 pero tras dos vuelos de prueba del aparato sobre el valle de México fue suspendido el viaje.
Sin embargo, Sarabia no se resignó a la rutina de su compañía, sustentando la tesis de que la aviacíon comercial requería de la apertura de nuevas rutas, con aeronaves cada vez más potentes y adecuadas. Decidió adquirir un avión Gee-Bee al que bautizó posteriormente con el nomber de Conquistador del Cielo, en Burbank, Cal. Hacia fines de 1938.
En ese año, Sarabia superó todas las marcas de velocidad a volar de Los Angeles a la ciudad de México. A principios del año 1939, Sarabia lograba la misma proeza en todad las rutas abiertas: México-Chetumal, México-Mérida y México, Guatemala.
Ante la escasez de pilotos expertos que padeciera su compañía de transporte aéreo, fundó en México una escuela para aviadores y mecánicos de aviación, de la que egresaron los ameritados Carlos León, Miguel Torruco, Raúl Reyes Estrada y José Antonio Saavedra.
La oportunidad que le ofreció a Sarabia la Feria de Nueva York, lo llevó a intentar la recuperación para México de la marca de velocidad sobre esa ruta. Y así, el 24 de mayo de 1939, exactamente a last 6:52 horas, El Conquistador del Cielo se deslizó sobre una pista improvisada del campo de Balbuena, ante observadores de la Federación Aeronáutica Internacional y la AsociaciónNacional del Aeronáutica, que registraron el vuelo.
Sarabia y su Conquistador llegaron a Nueva York, al campo Floyd Bennett, a las 18:40 horas.
El propósito de Sarabia, de romper la marca de velocidad, había sido logrado. Hizo el recorrido México-Nueva York en 10 horas y 47 minutos.
A su regreso, momentos después de despegar del aeropuerto de Washington, el Conquistador del Cielo se desplomó en las riberas del río Potomac.
La trágica muerte de Francisco Sarabia marcó el punto final al período de las ágilas mexicanas, que surcaron el cielo en todas derecciones para abrir las rutas de la aviación comercial.
Después de su trágico accidente en las heladas aguas del río Potomac, el avión fue enviado por barco a México y guardado en un hangar en Mérida, Yucatán. En 1943, los restos del avión fueron enviados a Cd. Lerdo, donde  permanecieron hasta que en 1972, se tomó la decisión de rescatarlo del olvido. Después de restaurarlo por completo, fue colocado en un Museo/Monumento a la entrada de la ciudad.
El aeroplano R6H Q.E.D., es actualmente el único modelo GEE-BEE original que sobrevive en el mundo fabricado por la compañía Granville Brothers.
Hoy el "Conquistador del Cielo" es el símbolo de Francisco Sarabia y una de las imágenes más representativas de Cd. Lerdo.


historia extraida de la pagina www.smithsonianeducation.org

El Hombre sin cabeza

Esta leyenda cuenta de la extraña muerte de un hombre que fue decapitado, y cuya alma pena tras el kiosco de la plaza principal de Gòmez Palacio, Dgo.

EL HOMBRE SIN CABEZA
 No es para que se asusten ni para que se espanten los niños. Pero hace unos años, todas las noches , ya muy noche, ahí en la plaza de Armas, por la parte más obscura de atrás del kiosco, se sentaba un señor muy misterioso, muy bañado y perfumado, quien a pesar de la casi oscuridad, se ponía a leer unas revistas, muy entretenido hasta muy altas horas de la noche.
Este misterioso señor, así como aparecía, se desaparecía, siempre estaba solo y de allá de vez en cuando que pasaba algún jovencito, les preguntaba la hora, quien sabe qué les decía, les sacaba plática y ya de rato, muy acomedidamente ya les estaba enseñando la revista, donde yo creo venían pintados algunos diablos o demonios, ya que los chamacos veían aquellas cosas con mucha atención y muy ensimismados, desapareciendo luego, así como habían aparecido.
Un día más y ese señor  ya no se volvió a ver, ya no regresó, más bien, desapareció y de esto se dieron cuenta muy bien algunos boleros, algunos choferes de sitios, los del puesto de periódicos, los de aguas frescas y alguna que otra gente que acostumbraba irse a sentar en las bancas, quienes de alguna y otra forma, se fijaron que ye tenía algunos días que  no asistía el señor aquel que se sentaba a hojear unas revistas, todos los días del año, hiciera frío, aire o mucho calor. 
Ya no se supo más, hasta que como a los tres meses encontraron su cuerpo sin cabeza, allá desbarrancado en la cuesta de La Fortuna, ya casi semidevorado por los animales carroñeros y quemado de sus ropas y partes de su cuerpo, como si hubiera puesto lumbre, brazas o carbones encendidos, quién sabe, pero eso ya no tuvo ninguna explicación.
Ahora, de cuando en cuando, en que ya es muy noche y que está soplando algún viento y haciendo terregal, todos los pajaros de repente como que se espantan y se despiertan y huyen, al ver en esa banca a un hombre sin cabeza, con una revista  en las manos y cuyo cráneo muchas gentes dicen que ahí está sepultado y que sólo recuerdan que a este señor lo apodaban La Madre Naturaleza.

 leyenda lagunera del Dr. Manuel Teran Lira

Juan y Mariana

Mariana era un chavita de 17 años que vivía en Torreón y era hija de una familia bien nice. Y como en toda buena telenovela Juan era un pobretón con muchas ganas de superarse y conseguirse una esposa y ser feliz por siempre, (medio cursi el Juan)entonces Cupido, que nunca nos falla, lo flechó y se enamoró de Mariana, y Mariana de Él. Empezaron a verse a escondidas en El Canal de la Perla que aún no llevaba agua pues apenas se estaba construyendo. Así pasaron muchos meses entre besos y apapachos hasta que el papá de Mariana los cachó y la encerró en su cuarto, pero como el amor todo lo puede encontraron una manera de reunirse una última noche en la que se pusieron de acuerdo para fugarse, se verían en el Canal de la Perla que ya casi estaba listo y como ahí los descubrieron pensaron que seria el lugar perfecto, nadie los buscaría. Finalmente, Juan estaba sentado en El Canal esperando a su media naranja, que nomas no llegaba, apenas se iba a ir a buscarla, pero en eso un susurro llamó su atención, comprendió que habían soltado el agua al Canal, intentó salir pero todas las salidas estaban selladas. Así murió Juan solo y sin saber porque Mariana no llegó y en realidad nadie lo supo, pues su familia desapareció junto con ella lo que ha dado lugar a que se crea que fue precisamente su padre quien adelanto la liberación del agua.

leyenda extraida de la pagina idosdelamente.com

El coronel Rafael

La historia del coronel Rafael también se desarrolla durante la época de la Revolución, pero los vecinos de la colonia Maclovio Herrera desconocen los detalles.
Petra Méndez, vecina de este sector, conoce la historia pero no sólo eso, pues asegura haber escuchado varias veces el paso de este coronel, cuya tumba ahora yace abandonada.
“Por las vías del tren (muy cerca de dicha colonia) estaba un jardín de niños, por ahí se dice que vivía el militar”, cuenta aún temerosa la mujer.
Nadie supo cómo murió, sólo recuerdan que un día desapareció sin dejar rastro. Pero de acuerdo con los vecinos de este sector poniente de la ciudad, éste regresa por las noches para recorrer esta zona e incluso el propio Panteón.
Algunos cuentan que también lo hace a bordo de un caballo negro. Por eso, en ocasiones, sobre todo en temporada de calor, se escucha el trotar de un caballo y otras tantas los pasos de este misterioso caballero.
“Por las noches uno lo escuchaba dentro y fuera de la colonia, el relinchar del caballo y uno salía pero no se veía nada”, cuenta Petra.
Pero además, se dice que cuando aparecía este hombre también lo hacía un grupo de mujeres rezando “se escucha sólo el murmullo, no sabemos qué es lo que rezan... nosotros cada vez que las escuchamos también nos ponemos a orar”, dice la mujer con la piel erizada.
Aunque antiguas, estas leyendas continuarán pasando de boca en boca, y de generación en generación entre los laguneros, poniendo la “piel de gallina” a muchos y a otros tantos, sólo arrancándoles una sonrisa de burla e incredulidad.

Leyenda extraida del siglo de torreon

El carruaje negro

La leyenda del carruaje negro, según cuenta don Higinio García, ex empleado del Panteón Municipal número I de Torreón, lugar donde laboró por más de 45 años, aún sigue causando escalofríos entre los vecinos cercanos a este sitio.
Entrevistado en el cementerio, cuenta que en la época de la Revolución, unos guerrilleros eran perseguidos por las tropas de Francisco Villa, pues el carruaje en el que pretendían escapar, estaba lleno de lingotes de oro, “eran bastantes”, dice el hombre.
En su afán por escapar con su tesoro, se internaron en la zona en donde ahora se localiza la colonia Nueva Rosita, al poniente de esta ciudad.
“Nadie supo dónde escondieron los lingotes de oro”, cuenta seriamente aquel ex trabajador del Panteón Municipal.
Los guerrilleros no pudieron escapar de las armas de Villa, pero el escondite del oro aún sigue siendo un misterio para todos.
Pero la historia no termina ahí, dice don Higinio. Por las noches, cuenta, se escucha el galopar de caballos tanto dentro como fuera del Cementerio.
“Quienes los han visto, dicen que un carruaje negro llega y se detiene justo en la entrada del Panteón, en donde un hombre se baja y se pierde entre los pasillos de este lugar”.
Nadie ha intentado ver su rostro, pues temen perder la vida en su intento, como resultado de la impresión que esto les pueda ocasionar.

Leyenda extraida del siglo de torreon

La mujer del kilometro 1140

El origen de esta leyenda se remonta a la década de los 30’s. Durante años, la carretera que une a las tres ciudades Torreón, Gómez Palacio y Ciudad Lerdo, fue temida por los que por ahí circulaban, debido a que era una de las rutas más transitadas y por lo tanto más peligrosa.
Dados los accidentes que en este punto de la ciudad de Gómez Palacio se registraron, no pasó mucho tiempo para que comenzara a correr el rumor de que en el kilómetro 1140 se aparecía el fantasma de una joven mujer con una larga cabellera castaña, cuyo rostro lucía pálido. Su vestido era blanco, con una falda que le llegaba hasta los pies, como lista para ir de fiesta.
Quienes la han visto cuentan que parece caminar lentamente, y que a veces aparenta flotar de un lado a otro para luego detenerse a la orilla del camino, haciendo señales a los automovilistas pidiendo llevarla; por lo general esa petición siempre era con dirección de Gómez a Torreón.
De acuerdo con el relato, dos fueron los accidentes que entonces conmovieron a la región. Uno de ellos, el de una familia que regresaba de un festejo del conocido Centro Campestre de Gómez Palacio. Al llegar al cruce del ferrocarril, el automóvil en el que viajaba se impactó contra el tren, provocando así la muerte de todos los pasajeros, entre ellos una mujer.
El otro accidente registrado tiempo después, fue muy similar al anterior; una señorita de origen judío, también había perdido la vida en el lugar.
Dos décadas más tarde, un taxista relató a varios periódicos de la localidad, su escalofriante experiencia. Cuentan que era poco después de la medianoche, cuando circulaba por el bulevar Miguel Alemán con dirección a Torreón, cuando de pronto en el kilómetro señalado, una mujer con dichas características le hizo la parada.
El trabajador del volante al recordar la historia del fantasma del 11-40 aceleró su paso “muerto de miedo”. Creyendo haber pasado a la mujer, miró por el espejo retrovisor helándosele la sangre al ver que en el asiento trasero venía como pasajera la espectral aparición.
La impresión fue tal que casi pierde el control del volante y el conocimiento. La joven dama le sonrió en forma macabra y desapareció. Del impacto que sufrió, el taxista cayó seriamente enfermo. Debido a la gran cantidad de percances registrados en este kilómetro, las autoridades decidieron construir un paso a desnivel; sin embargo el fantasma sigue apareciendo.

leyenda extraida del siglo de torreon

Leyenda...la cubana

La historia se desarrolla en el año de 1906. Una despiadada enfermedad llamada “la viruela negra” atacaba en todo el país. Los enfermos, según se cuenta, eran desahuciados y debido a la inminencia de su muerte, eran enterrados vivos, para evitar su propagación.
Una mujer, apodada por su origen como “La Cubana”, encantaba a todos aquellos hombres con su belleza, cada vez que la veían en un conocido burdel de la zona Alianza de Torreón.
La enfermedad, la atacó. Ante el temor al contagio, los clientes dejaron de asistir, situación que molestó a la dueña del lugar, por lo que optó por sepultarla viva. Este suceso no pasó inadvertido. Pronto toda la ciudad comentaba el caso, ya que “La Cubana” no era ninguna desconocida.
El tiempo pasó y el recuerdo de la hermosa mujer se iba borrando poco a poco. Pero una noche, según se cuenta, a las afueras de la una cantina llamada “La Feria”, justo donde las conocidas calandrias esperaban a sus clientes, una mujer vestida de negro con el rostro cubierto subió a una de ellas, solicitando la llevaran al Panteón Municipal número I, ubicado en la colonia Nueva Rosita.
El chofer, temeroso de que algo pudiera pasarle a la dama en aquel lugar, se ofreció a esperarla para su regreso. “No espere... aquí vivo”, dijo ella, cuenta la leyenda. Creyendo que era una broma insistió en esperarla. “Aquí vivo”, dijo la mujer, “¿qué acaso no me conoces?”, le preguntó; el chofer lo negó.
La dama levantó lentamente el velo negro que le cubría el rostro y el cochero, al verla, quedó atónito reconociendo el rostro de “La Cubana”. El hombre se desmayó quedando inconsciente durante algunas horas. El panteonero al ver las luces de la calandria salió y lo vio. A la mañana siguiente, el hombre le contó todo lo sucedido al panteonero, quien no daba crédito a lo sucedido, hasta que le mostró el billete con el que la misteriosa y bella mujer le había pagado por sus servicios.